sábado, 7 de diciembre de 2013

NAVIDADES DE ANTAÑO

Al fin se respiraba ambiente Navideño zambombas en todos los rincones de Jerez, decorado de luces, arboles de Navidad, Belenes y como de costumbre típicos dulces Navideños.
De pequeña sobre el 21 de Diciembre es cuando normalmente daban las vacaciones del colegio, veníamos a Jerez a pasar las fiestas con mis abuelos, ya que mi padre por su trabajo, estaba destinado de un lugar a otro.

Recuerdo imágenes en la carretera mientras conducía mi padre, el gran cartel del toro Osborne, al verlo solía preguntarle que cuanto nos faltaba para llegar a Jerez a lo cual respondía poco ya estamos llegando. Solíamos entrar por la Avd de Sevilla los arboles se encontraban decorados de luces. Cuanta emoción sentía al verlos.

Cuando al fin llegábamos a casa de mis abuelos digo al fin porque las carreteras de antes no eran  las de hoy día. Recuerdo a mi abuelo el Portu como le llamaban, ya que era portugués esperándonos en la calle a que llegáramos. Con que ilusión nos abrazábamos a nuestro abuelo, cuanto se emocionaba al vernos ya que solíamos venir a Jerez dos veces al año Navidad y Verano. Subíamos todos juntos a la casa de mis abuelos. Mi abuela Rosario nos esperaba en la macetilla tocándonos las palmas por buleria, la abrazábamos con tanta fuerza como solo los nietos saben abrazar a sus abuelos y mas si hace meses que no los ven, en fin, solía correr hacia el grifo de la cocina para beber el agua de Jerez, el agua de tempúl que rica me sabia en aquel entonces. Después corría hacia el Belén que hacia mi abuela, con figuritas de plástico para que pudiéramos e incluso jugar con ellas. Una vez veía el Belén de mi abuela, bajaba a ver el Belén de Dolores la madre de mi tía Paqui ya que vivían en el mismo bloque de mi abuela en el bajo, lo hacia grandisimo no le faltaba ni un detalle me encantaba.

A la horita mas o menos nos íbamos a casa de mi abuela Adelaida para verla a ella también, que nos solía esperar con mis tías y primas las cual adoro. Mi abuela solía poner el árbol de Navidad y el Misterio a los pies del árbol. Allí era donde mi hermana y yo nos quedábamos a dormir, pues los mas pequeños se quedaban con mis padres en casa de mi otra abuela.

Así pasábamos las fiestas calle Nueva, calle Merced aquellos bonitos años de mi infancia, que perduraran en mí para siempre.
       
                            Dedicado a mis abuelos os amo y os amaré para el resto de mi vida                                                                                       
                                                                                                     

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED